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Conoce al escritor. Entrevista a José Zoilo

Ha entrado al universo del género histórico pisando fuerte con su trilogía Las Cenizas de Hispania.


Muchísimas gracias por acceder a responder unas preguntas para mi blog y enhorabuena por el éxito de tus novelas.

Muchas gracias a ti, Constanza, un verdadero placer colaborar contigo y con tu blog.


Háblanos un poco de ti. ¿Desde qué momento supiste que querías dedicarte a escribir y por qué elegiste este género?

Pues lo supe hace relativamente poco tiempo, ya que nunca antes me lo había planteado. Yo siempre he sido un ávido lector de novela histórica, desde que era un chaval de doce años. Disfrutaba muchísimo leyendo, y como además también me encantaba la historia, aquella mezcla me resultó irresistible: dos de mis aficiones juntas. Si algún día daba el paso al otro lado, a escribir, por supuesto también tenía que ser en el género de la ficción histórica. Y hablando de ese momento en el que pasé de ser solo lector a también escritor, tiene su anécdota curiosa. Todo empezó porque mi mujer me lanzó el guante de por qué no le escribía una historia. El trato consistía en que me regalaba un portátil si lo hacía, así que en cuanto ella cumplió con su parte, me puse manos a la obra. Me lancé a aquella aventura desconocida para mí con poco más que mis propias ganas y una completísima documentación, dispuesto a dar forma a una novela que a mí me hubiera gustado leer. En aquel primer momento, como novel, nunca hubiera esperado dos cosas: la primera, que llegaría a publicar mis novelas en un grupo como Random Penguin House; y la segunda, que escribir me resultaría tan placentero que desde entonces no lo haya dejado de hacer ni un solo día.


¿En qué crees que radica el éxito de tus novelas?

Bueno, creo que en una mezcla de ingredientes en una dosis a lo que podríamos decir al estilo abuela: una cucharadita, ¿cuánto es una cucharadita? No lo sé, pero queda estupenda en el plato.

Algunos de mis lectores destacan la ambientación alrededor de la trama, la cercanía que se siente con respecto a los personajes, la posibilidad de “ponerse en su piel”, de comprender cómo piensan y por qué actúan como lo hacen, de manera que podemos implicarnos en sus vicisitudes, a pesar de que la trama se desarrolla en una época y unas circunstancias tan diferentes a las que nos rodean en la actualidad; todo esto aderezado con sentimientos tan humanos como el amor y el valor de la amistad y, cómo no, por la épica y la brutalidad de las batallas.


¿Qué se van a encontrar los lectores en tus historias?

Van a encontrar un marco histórico interesantísimo, que propicia situaciones que nada tienen que envidiar a las creadas por la fantasía. La historia da para mucho: solo hay que encontrar la época adecuada e investigar lo suficiente, además de rellenar las lagunas que existan con una trama absorbente. Así consigues novelas llenas de aventura, acción, batallas (¿he dicho que me encanta narrarlas?); también amor, cómo no, y una ambientación pensada para transportarte a los escenarios de la novela.


¿Cómo es un típico día de escritura?¿Qué rituales o manías tienes a la hora de sentarte a escribir?¿Cuál es tu lugar preferido para hacerlo?

Pues desde hace unos pocos años resulta bastante anárquico. Inicialmente, cuando empecé, sí precisaba cumplir con una cierta rutina: necesitaba silencio, y al menos dos horas para poder escribir las tres o cuatro páginas diarias que me marcaba como objetivo. Utilizaba la primera media hora para releer la última página del día anterior, la siguiente hora para escribir lo nuevo, y la última media para leer lo que acababa de escribir y retocarlo. Pero desde que nació mi hijo, hace ya siete años, me apaño con muy poco tiempo: ya no necesito “preliminares”. Igual dispongo solo de veinte minutos, pero abro el portátil y me pongo a escribir sobre la marcha sin necesidad de mirar hacia atrás. Ha cambiado el método, pero la experiencia adquirida compensa, así que puedo conseguir buenos resultados en menos rato. Además, sigo disfrutando tanto de la escritura como al principio.

Con respecto a la última pregunta, ahora no tengo un lugar favorito, sino que me adapto a las circunstancias sin que afecte a mi rendimiento, pero esto no fue siempre así. Cuando comencé, mi lugar de escritura era junto a mi biblioteca, en un sillón muy cómodo que tengo frente a ella, donde me sentaba con mi portátil. Si además lo hacía un fin de semana muy temprano, sin ruidos, era lo más parecido a la situación perfecta de escritura que podía imaginar.


Háblanos un poco de tu proceso creativo, ¿cómo se generan tus historias, surgen primero los personajes o las tramas?

Lo primero que hago es buscar la época adecuada, y sumergirme en esta para encontrar algunos hechos documentados que me parezcan interesantes, intrigantes, a los que poder añadir aspectos que rellenen las lagunas que siempre existen. Partiendo de que me encanta la historia y de que tengo mis propias preferencias en cuanto a los momentos históricos sobre los que escribir (y otros tantos con los que nunca me atrevería), si no encuentro estos eventos clave, no me planteo iniciar una novela, por mucho que me haya imaginado unos personajes sugerentes. Necesito esos dos, tres momentos de intriga que me hagan querer bucear en ellos, buscarles una explicación y hacer que mis personajes participen de ellos. Si lo consigo, ahí es donde ya entro de lleno con la trama de la novela, con la acción, definiendo bien los personajes que le dan sentido a mi historia, más allá de la propia historia. Podríamos decir que soy un escritor de mapa con bastante de brújula, pues en pequeñas decisiones del desarrollo de la novela existe cierto margen para aspectos que se me ocurren sobre la marcha. Me gusta decir que soy un escritor de croquis (más que nada porque estos resultan fundamentales para estructurar las batallas).


¿Cómo es tu proceso de documentación cuando afrontas una nueva historia y cuánto tardas en documentarte para escribir una novela?

Considero que la fase de documentación resulta fundamental: hay que dominar muy bien la época, antes de lanzarse de lleno a hilar la historia. Sin una fase de documentación exhaustiva es muy difícil que una novela histórica resulte creíble, y atractiva para los amantes del género. Para ello, conviene consultar tanto obras contemporáneas al momento elegido, como investigaciones y ensayos recientes que incluyan los últimos descubrimientos e interpretaciones. Pero también hay que tener claro que siempre se nos escapará algo, y hay que asumirlo, porque nunca sabremos si a posteriori se realizará algún descubrimiento clave acerca del momento elegido con el que no contáramos tiempo atrás.

Desde mi perspectiva, debemos transmitir al lector cómo era la vida en ese momento del pasado: la sociedad, la religión, la vida cotidiana, los episodios bélicos o las relaciones entre los distintos grupos. Desde cosas tan sencillas como lo que se comía y dónde se dormía, hasta cómo se luchaba, o las motivaciones que movían a los más poderosos, y a los más humildes. Lo cierto es que disfruto casi tanto investigando, como escribiendo. Y esa sensación maravillosa de cuando comienza a encajarte el rompecabezas entre la ficción y la no ficción en tu cabeza, es inigualable.

En cuanto al tiempo, la verdad es que no me suelo marcar un plazo para trabajarla: simplemente invierto lo necesario como para sentirme cómodo al escribir sobre esa época. Depende de los conocimientos previos que tuviera, que siempre ayudan a la hora de comenzar. De momento, prefiero centrarme en mis épocas favoritas, de las que ya tengo cierto bagaje previo, haciendo más sencilla la labor de documentación. Por ejemplo, hablando de mi trilogía, invertí un año entero en esta fase, en el que incluso aproveché las vacaciones para visitar los escenarios en los que transcurren. Un año estupendo, lleno de descubrimientos interesantísimos: tanto que lo que inicialmente iba a ser una novela, se convirtió en una trilogía.



¿Qué papel juega el amor en tus novelas?

Por supuesto que un papel relevante. Es una emoción más que dirige la vida de los protagonistas, siempre, en menor o mayor medida, y con mayor o menor fuerza según el momento en el que se encuentren. En la trilogía, Attax, al igual que como le ocurre con otras emociones durante su existencia, va aprendiendo y valorando lo que es el amor, y lo que es corresponderlo, comprometerse, a medida que madura. Es un aspecto que siempre quise mostrar, la capacidad de Attax de madurar a medida que avanza la trama y deja atrás sus mejores años: los años de un guerrero solitario.


Para un lector que aún no te conoce, si tuvieras que recomendarle una de tus novelas, ¿cuál escogerías y por qué?

Por el momento tengo publicada una trilogía con Ediciones B: “Las Cenizas de Hispania”. Lógicamente, recomendaría empezar por la primera de las tres novelas que la componen, “El Alano”. En ella conoceremos al protagonista de la serie, Attax, un bárbaro alano cuya vida transcurre en la Hispania del siglo V d.C., en plena descomposición de lo que hemos llamado imperio romano de occidente. Se trata de un personaje fuerte cuya vida se desarrolla en una época dura, en la que en ocasiones tiene la fortuna, y otras la desgracia, de ser testigo privilegiado de muchos de los hechos históricos más relevantes de un periodo tan convulso como poco conocido. Es una época de nuestra historia muy poco tratada no solo a nivel de ficción, sino también a nivel de investigación, pero se trata de un período apasionante, que pone las bases para comprender lo que sucede en la península ibérica los siguientes siglos, hasta la llegada de los musulmanes. Una época que, a muchos lectores, les ha llamado la atención que sea la misma en la que se forjaba en Britania la leyenda del rey Arturo. Una Hispania cuya historia en ese período no se queda a la zaga de lo ocurrido en tierras británicas, ni mucho menos. Solo hay que preguntárselo a Attax.


En cuestión de novelas históricas, ¿quiénes son tus referentes? ¿qué ingredientes debe tener una novela histórica para que sea excelente?

Sin duda alguna, Bernard Cornwell. Es mi autor favorito, con diferencia; su trilogía denominada “Crónicas del Señor de la Guerra” me resulta insuperable. Asimismo, hay otros tantos que me encantan: podría citar, por ejemplo, a Colleen McCollough, Gisbert Haefs, Rosemary Sutcliff, Lindsey Davis o Simon Scarrow, autores con los que disfruto enormemente leyendo sus novelas.

En cuanto a los ingredientes mágicos que nos hacen cocinar una novela excelente, desde mi punto de vista, lo que más valoro es que la narración tenga la capacidad de implicarme en la historia, de ponerme en la piel del personaje, de querer sufrir con él en los malos momentos, para disfrutar también de sus alegrías y sus victorias. Este componente empático me atrae muchísimo, pero, por supuesto, tratándose de ficción histórica, tampoco podemos olvidar que la ambientación, los escenarios y el contexto de la trama resultan fundamentales para sumergirnos en la época elegida.


Cuéntanos como ha sido tu trayectoria respecto a la publicación, ¿cómo empezaste y cómo conseguiste atraer el interés de Ediciones B?

Pues la verdad es que he recorrido un camino poco común, aunque me da la impresión de que cada vez resulta más habitual. Comencé autopublicando en Amazon las dos primeras novelas de la trilogía, con una excelente aceptación por parte del público. Cuando publiqué “El alano”, la primera, no le dí muchas vueltas; había escrito una novela y la gente de mi alrededor que la había leído me insistían en que hiciera algo con ella, que era una historia apasionante. Tras la publicación de la segunda, “Niebla y acero”, desde Ediciones B se pusieron en contacto conmigo para valorarlas. Fue una verdadera sorpresa, y me hizo una ilusión tremenda que se fijara en mí una editorial de la que tengo tantos títulos en mi propia biblioteca. Cuando me dieron la respuesta definitiva, casi no me lo creía: ¡un gran sello editorial apostando por la trilogía completa de un autor novel!

Fue como un sueño hecho realidad, que hace poco acaba de sumar un segundo episodio, al haber sido invitado al VIII Certamen Internacional de Novela Histórica de Úbeda a presentar mi trilogía junto con autores de la talla de Simon Scarrow, Ben Kane, Emilio Lara, Pedro Santamaría, Claudia Casanova o Baptiste Touverey, entre otros.


Tienes algún proyecto nuevo en marcha, ¿nos podrías hablar un poco de él?

Pues la verdad es que tengo varios, ya que desde que empecé, no he podido parar de escribir. Ya es una parte de mi vida de la que no quiero, ni puedo, prescindir, pues es una actividad con la que disfruto muchísimo.

En principio, tengo un nuevo proyecto que verá la luz en 2020, también de la mano de Ediciones B. Por supuesto se trata de una nueva novela histórica, en este caso ambientada a caballo entre la península ibérica y la actual Francia durante el primer cuarto del siglo VIII; como puedes ver, me encantan las épocas convulsas, de cambio, de desesperanza y nuevas oportunidades.

Por otro lado, como no me puedo estar quieto, hace unos pocos meses que terminé de documentarme para una nueva novela que ya comencé a escribir. Y con lo poco que llevo, ya te puedo decir que estoy encantadísimo con cómo marcha. No veo la hora de continuar desarrollándola, y que llegue el instante en el que poner el punto y final.


Muchísimas gracias por haber respondido a estas preguntas. Te deseo mucho éxito y toda la suerte del mundo en tu carrera literaria.

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